lunes, 22 de agosto de 2011

Jornada Mundial de la Juventud



Queridos hermanos en estos días hemos podido vivir, disfrutar y convivir con nuestro querido padre. Desde Roma a venido a darnos su apoyo, a darnos su fuerza y sobre todo darnos consuelo y fortaleza en nuestra fe. Muchos jóvenes han estado allí, pero también muchas personas no tan jóvenes han querido acompañarles y darles fuerza desde sus casas, oraciones e incluso en muchos casos, allí con ellos. 





En estos cuatro días de vivencias, podríamos destacar también la llegada a Madrid de pasos procesionales. Han sido elegidos entre muchos pasos españoles y han podido formar parte del Vía Crucis y de una posterior procesión por las calles más emblemáticas de Madrid. 





Un titular y extracto de un periódico madrileño resalta las claves del mensaje del Papa:



JMJ 2011: Las cinco claves del mensaje del 


Papa a los jóvenes en Madrid


El error de fabricarse un 'dios' a la carta, la importancia de la Iglesia o el compromiso real con los desfavorecidos, han sido algunas de las ideas más repetidas por Benedicto XVI en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid.

Ojo con fabricarse un 'dios' a la carta
Benedicto XVI ha recalcado la importancia de vivir la fe dentro de la Iglesia. El intento de llegar a Dios "en solitario" puede terminar, a su juicio, creando un sucedáneo de Cristo y "siguiendo una imagen falsa de Él", algo muy propio de la "mentalidad individualista que predomina en la sociedad".
Por eso, el Papa afirma que "la Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios. El mismo Cristo se refiere a ella como 'su' Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo".
Sentido de comunidad
Frente al individualismo, Benedicto XVI ha querido en laJornada Mundial de la Juventud que los fieles se comuniquen entre sí, tengan una relación más estrecha. Considera "fundamental reconocer la importancia de vuestra gozosa inserción en las parroquias, comunidades y movimientos, así como la participación en la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón, y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios".
La fuerza transformadora de Cristo
Benedicto XVI les ha dicho a los jóvenes que no basta con 'estar' dentro de la Iglesia, que la fe implica una actitud en la vida, una decisión de transformar la realidad. Señala el pontífice que "la fe no proporciona solo alguna información sobre la identidad de Cristo, sino que supone una relación personal con Él, la adhesión de toda la persona, con su inteligencia, voluntad y sentimientos, a la manifestación que Dios hace de sí mismo".
Compromiso con los desfavorecidos
Como muestra de ese seguimiento a Cristo, los jóvenes católicos deben tener una especial atención a los enfermos y los marginados de la sociedad. "Nuestra atención desinteresada a los enfermos y postergados será siempre un testimonio humilde y callado del rostro compasivo de Cristo", dijo en Cuatro Vientos, poco después de visitar un centro para discapacitados atendido por religiosos.
Sin miedo al futuro
"Que ninguna adversidad os paralice" fue uno de los mensajes más repetidos por el Pontífice. Desde la llegada al aeropuerto de Barajas dijo a los jóvenes católicos que no teman el encuentro con Cristo y el aspirar a grandes ideales. A partir de ahí les animó a difundir el mensaje del Evangelio. A su juicio, "no se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios".
(extraído del periódico QUÉ)





LA FE MUEVE MONTAÑAS